Sus paisajes urbanos retratan con fidelidad el porque; San Miguel de Tucumán es llamada Ciudad Histórica.
Héctor Rodolfo Amaya a partir del año 2005 comenzó a testimoniar los monumentos históricos de su ciudad, una pintura tan expresiva y sensible.
Su lenguaje pictórico se hizo directo y contundente.
Un breve recorrido por su producción, lo muestra con esfumados e iluminación de los edificios pintados que realzan su obra pictórica especialmente con su vista nocturna.
A Héctor Rodolfo Amaya, desde chico le atrajo la pintura, pero durante 31 años abrazó la carrera policial retirandose como Comisario General, lo que motivó su retracción al placer de pintar y descubrió que su capacidad autodidacta requería una formación más rigurosa.
Por ello para retratar las luces y sombras urbanas, hizo taller de la mano del pintor Carlos Ignacio Legorburu, y hoy por primera vez se presenta en sociedad con esta serie de obras que las denomina "Oleos de mi Ciudad", con destacado esplendor del paisajismo urbano.
El maestro Carlos Ignacio Legorburu